importancia del afecto en el niño


¿QUÉ ES EL AFECTO?

M.P. González, E. Barrull, C. Pons y P. Marteles, 1998

APROXIMACIÓN AL AFECTO

En general se suele identificar el afecto con la emoción, pero, en realidad, son fenómenos muy distintos aunque, sin duda, están relacionados entre sí. Mientras que la emoción es una respuesta individual interna que informa de las probabilidades de supervivencia que ofrece cada situación, el afecto es un proceso de interacción social entre dos o más organismos.
Del uso que hacemos de la palabra 'afecto' en la vida cotidiana, se puede inferir que el afecto es algo que puede darse a otro. Decimos que "damos afecto" o que "recibimos afecto". Así, parece que el afecto debe ser algo que se puede proporcionar y recibir. Por el contrario, las emociones ni se dan ni se quitan, sólo se experimentan en uno mismo. Las emociones describen y valoran el estado de bienestar (probabilidad de supervivencia) en el que nos encontramos.
A diferencia de las emociones, el afecto es algo que puede almacenarse (acumularse). Utilizamos, por ejemplo, la expresión "cargar baterías" en vacaciones, para referirnos a la mejoría de nuestra disposición para atender a nuestros hijos, amigos, clientes, alumnos, compañeros, etc. Lo que significa que en determinadas circunstancias, almacenamos una mayor capacidad de afecto que podemos dar a los demás. Parece que el afecto es un fenómeno como la masa o la energía, que puede almacenarse y trasladarse.






IMPORTANCIA DEL AFECTO
El afecto tiene diversas manifestaciones, como realizar un esfuerzo para el mantenimiento de la familia o conseguir las mejores condiciones de vida para su bienestar.
Actualmente se ha comprobado que las expresiones de afecto, como las palabras cariñosas, las caricias, los besos, los elogios, los actos amables, el reconocimiento de logros y cualidades, son acciones necesarias para que niños, niñas y jóvenes crezcan emocionalmente y puedan mantener relaciones de confianza, seguridad y respeto con los demás. Para todas las personas el afecto es importante porque favorece la autoestima, es decir, el valor que cada quien se da y con una autoestima alta, hay menos riesgos y mayor seguridad.
Recordar nuestros sentimientos de la infancia nos ayuda a conocernos más y comprender mejor cómo somos y por qué actuamos de determinada manera; esto nos permite elegir aquellas actitudes que nos agradan y queremos mantener, o bien, esforzarnos para cambiar aquéllas que dificultan o lastiman nuestras relaciones familiares, de amistad y de convivencia, principalmente para que a los niños y niñas que crecen cerca de nosotros les podamos brindar una vida más agradable y placentera.





El afecto es de suma importancia en la vida del niño. Influye en el concepto de sí mismo, del que el niño se forma acerca de las demás personas y del medio ambiente, todo esto influye en su capacidad para adaptarse a la vida.
El niño expresa sus afectos a través de sus emociones, a través del llanto, por ejemplo expresa su sensación de desagrado o incomodidad, posteriormente su deseo de estar acompañado, etc.
Las emociones no solamente van a influir en su relación afectiva con las personas, sino también en su relación con los objetos, por ejemplo en el modo de usarlos en su juego. etc.


RELACIÓN ENTRE DESARROLLO E INTELIGENCIA
El niño adquiere el conocimiento del mundo, a través de lo que ve, lo que oye, lo que toca, de lo que siente, lo que agarra de lo que se mueve.
Todas estas sensaciones, le van permitiendo tener el conocimiento de lo que rodea y son estos conocimientos los que van a permitir el desarrollo de su inteligencia.










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